"La mitad de la belleza depende del paisaje; y la otra mitad, del hombre que la mira"

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Mitología de Tingo Maria


En esta última entrada les hablaré sobre algunos mitos y leyendas que posee Tingo Maria dentro de su tradición cultural:
  • La bella durmiente:




Cuentan los antiguos pobladores que un joven llamado Cuynac, atravesando la selva de Huánuco se encontró con una jovencita, quien era la princesa Nunash, los dos llegaron a enamorarse, y construyeron una mansión cercana a Pachas, a la cual le puso el nombre de Cuynash en honor de su amada. La pareja vivió feliz por un tiempo rodeado de servidores y vasallos, pero esta felicidad llegaría a durar muy poco.

Un día llegó el padre de la princesa Amaru convertido un monstruo en forma de culebra. Cuynac con su hechicería, convirtió a la princesa en mariposa y él se convirtió en piedra para no ser atacados por el monstruo. La princesa se valió de su nuevo estado para ir a la selva a buscar ayuda, consiguiendo vencer al monstruo.


La princesa logró retornar a su estado normal, pero Cuynac no pudo. Nunash, la princesa buscó al príncipe, y cansada de hacerlo se sentó en una piedra sin darse cuenta que ya había encontrado a su amado. Mientras ella dormía escuchó la voz del príncipe que le decía: “Amada ya no me busques los dioses han complacido mi deseo ahora soy solo una piedra destinada a permanecer en este estado para siempre, si tú me quieres todavía permanece a mi lado toda la vida en este cerro, y que en las noches de luna se note ante la mirada de la gente como mujer dormida”. La  princesa aceptó la propuesta de su amado y quedó convertida en piedra, lo que hoy es la figura de la bella durmiente. 

  • El Chullachaqui 





Según la leyenda dice que el Chullachaqui se convierte en persona para engañar a su víctima y hacerla perder en la espesa selva. Relatan que un día a horas de la tarde un vecino del lugar llamado Juan Nicolás, después de haber bebido masato fue a la chacra para ayudar a su padre quien se encontraba trabajando.

Yendo por la selva se encontró con una persona, quien él pensaba que era su padre, y este supuesto padre le dijo: “he venido a esperarte! Vamos a la chacra”, Juan un poco sorprendido fue tras él sin decir una sola palabra. Iban por un camino ancho pero a medida que avanzaban el camino se hacía mas angosto.

En este trayecto se detuvieron y este le dijo: “Hasta aquí te he acompañado tú te quedas y yo me voy”; y despareció del lugar riendo burlonamente. Juan Nicolás se dio cuenta que se encontraba perdido en un enorme bosque y no sabía cómo regresar, por más que buscó el camino  a casa no lo encontró. Desesperado empezó a caminar y pidiendo ayuda a gritos para que alguien le oyese y le pudieran ayudar.

Al darse cuenta sus familiares que Juan no se encontraba en su casa ni en la chacra, salieron a buscarlo inmediatamente. Después de cuatro días de búsqueda lo encontraron, pero Juan Nicolás había perdido la razón, en su casa comenzaron a curarlo sin conseguir mejoría. Entonces decidieron llevarlo a un curandero. Conjuntamente con el sacristán, el cantor de la iglesia y sus familiares se fueron al lugar a donde lo habían encontrado, prendiendo velas y llamando a su espíritu regresaban a la casa sin mirar hacia tras.

Cuando llegaron encontraron  a Juan Nicolás profundamente dormido y comenzaron a llamarle. Después de un largo rato y un profundo suspiro Juan Nicolás despertó completamente sano y salvo del hechizo del Chullachaqui. El tunchi es el espíritu que sale en las noches  ya sea en las chacras, en los caminos o en las calles. Se dice que este sale cuando alguien se va a morir o es un alma en pena.


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